Zen comprimidos con cáñamo disminuye el estrés y la ansiedad en perros y gatos 30 comprimidos
Zen Comprimidos está formulado con Cannabis y una mezcla de ingredientes naturales que ayudan a reducir los signos asociados al estrés y la ansiedad y promueven un estado de ánimo calmado y relajado en perros y gatos.
Características
Es ideal para animales que sufren ansiedad, miedo y fobias debido a diversas causas, como ruidos fuertes, separación familiar, viajes, mudanzas, visitas a la clínica veterinaria, cambios en las rutinas, llegada de nuevos miembros de la familia, etc.
- Con Cannabis y una mezcla de ingredientes naturales
- Ayuda a reducir la ansiedad, estrés, miedos y fobias
- Así pues favorece un estado de calma y relajación
- Además promueve el equilibrio del eje intestino-cerebro
- Y también contribuye al mantenimiento de la función cognitiva
Composición Zen Comprimidos
Composición por comprimido (2 g):
- Cáñamo en polvo: 280 mg
- Extracto de té verde: 250 mg (aporta 100 mg de L-Teanina)
- Reishi en polvo: 200 mg
- Melena de León en polvo: 200 mg
- L-Triptófano: 120 mg
- Extracto de Pasiflora: 75 mg
- Quinoa B-Complex (Germinado de quinoa): 75 mg
- Excipientes csp.
Modo de uso
Según el peso de gato o del perro la dosificación de Zen comprimidos recomendada es la siguiente:
- <10 kg: 1/2 comprimido al día
- 10 – 25 kg: 1 comprimido al día
- 25-40 kg: 2 comprimidos al día
- >40 kg: 3 comprimidos al día
Administrar con el alimento. Puede usarse a corto o largo plazo, así como aumentar la cantidad según las necesidades del animal.
Formato
- Envase de 30 comprimidos
Recomendaciones
Ante situaciones desfavorables o peligrosas, los animales generan una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y conductuales para aumentar su estado de activación y así poder hacer frente a esta situación: es el estrés.
El estrés
Cuando se produce de manera puntual, el estrés puede ser positivo y permite reaccionar ante situaciones que requieren una respuesta, pero si se cronifica o tiene una intensidad excesiva puede desencadenar problemas de salud a nivel digestivo, conductual, inmunitario y cutáneo, entre otros.
A menudo, el estrés genera también cierto grado de ansiedad, una anticipación de estímulos potencialmente peligrosos, imaginados o desconocidos, que puede generar reacciones indeseadas como
- hiperactividad
- postura rígida
- micciones
- destrucción de objetos
- o excesivos ladridos y lloriqueos.
Asimismo, estos signos pueden observarse en casos de miedo, cuando perros y gatos tienen una respuesta a estímulos identificados como amenazantes, o fobias, temores persistentes y desadaptativos que no guardan proporción con el estímulo desencadenante.
Causas del estrés
Las causas que más frecuentemente afectan el comportamiento de los animales de compañía son la separación del dueño, miedos a ruidos fuertes y la presencia de nuevas mascotas o personas desconocidas.
Si no se gestionan correctamente, estos problemas causan desequilibrios y problemas, sumado a una reducción de la calidad del vínculo con los humanos y un aumento de las probabilidades de abandono.
Por lo tanto es clave identificar y corregir de manera inmediata la situación causante de estrés para minimizar el sufrimiento y recuperar la calidad de vida de perros, gatos y personas convivientes.
El comportamiento viene dado por el temperamento, los niveles hormonales y las experiencias que el animal ha ido adquiriendo a lo largo de su vida.
Igualmente, el sistema nervioso central está estrechamente conectado con el tracto gastrointestinal: es el popularmente conocido como eje intestino-cerebro. En este sentido, tenemos muy clara la influencia del estrés en el tracto gastrointestinal: situaciones amenazantes pueden causar diarreas, vómitos o disbiosis intestinal, pero la microbiota y el intestino también juegan un papel importante en el mantenimiento de una función psicológica y neurológica normales.
Múltiples evidencias sugieren que el estrés y la ansiedad pueden reducirse a través de la modulación de la flora intestinal y la dieta.
Por todo ello, la gestión de la salud mental debe también tener en cuenta la salud gastrointestinal y el estado de la microbiota.